MARCOS 1, 21-28. DOMINGO 01/02/2015
Demos gracias al Señor por este mes que comienza, alabémoslo y glorifiquémoslo por todas sus maravillas y hagamos un esfuerzo por profundizar más en su Palabra que siempre nos enseña algo nuevo y fructífero y nos va preparando para el paso del Tiempo Ordinario al Tiempo de Cuaresma, el cual comenzará el próximo 18 de febrero con el Miércoles de Ceniza.
Vemos en el Evangelio cómo Jesús enseña con autoridad y hasta los espíritus malignos lo reconocen como el Santo de Dios y lo obedecen, Él los expulsa y ellos salen huyendo; la multitud presente se queda admirada porque antes nadie les había hablado así.
El pueblo reconoce que Jesús habla con autoridad por obra del Espíritu Santo; es Él quien nos recuerda y enseña la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla de manera correcta para que nosotros podamos entenderla, vivirla y difundirla entre quienes nos rodean.
Entonces, la Sagrada Escritura no es sólo para beneficio de cada uno de nosotros sino para todo aquél que precise de ella, sólo así podremos alcanzar nuestra propia salvación y estaremos ayudando a otros en este camino de crecimiento espiritual y de santidad al cual Cristo nos llama constantemente por medio de su ejemplo.
Escuchar al Señor implica no endurecer el corazón, no cerrar nuestra mente, sino por el contrario, tenerlos abiertos y disponibles a su voluntad, convencidos de que su Palabra tiene el poder, la fuerza, la eficacia para transformar nuestra vida; Él sabe lo que más nos conviene y quiere que seamos coherentes con las enseñanzas que nos ha regalado.
Padre misericordioso, en ti ponemos toda nuestra confianza, nuestras vidas, nuestras familias, nuestros proyectos y también nuestras necesidades y dificultades, porque sabemos que sólo tú tienes palabras de vida eterna; haznos dóciles a tu voluntad y envía tu Santo Espíritu para que nos llene de su gracia y podamos dar testimonio sincero de su amor. Amén.
Demos gracias al Señor por este mes que comienza, alabémoslo y glorifiquémoslo por todas sus maravillas y hagamos un esfuerzo por profundizar más en su Palabra que siempre nos enseña algo nuevo y fructífero y nos va preparando para el paso del Tiempo Ordinario al Tiempo de Cuaresma, el cual comenzará el próximo 18 de febrero con el Miércoles de Ceniza.
Vemos en el Evangelio cómo Jesús enseña con autoridad y hasta los espíritus malignos lo reconocen como el Santo de Dios y lo obedecen, Él los expulsa y ellos salen huyendo; la multitud presente se queda admirada porque antes nadie les había hablado así.
El pueblo reconoce que Jesús habla con autoridad por obra del Espíritu Santo; es Él quien nos recuerda y enseña la Palabra de Dios y nos ayuda a interpretarla de manera correcta para que nosotros podamos entenderla, vivirla y difundirla entre quienes nos rodean.
Entonces, la Sagrada Escritura no es sólo para beneficio de cada uno de nosotros sino para todo aquél que precise de ella, sólo así podremos alcanzar nuestra propia salvación y estaremos ayudando a otros en este camino de crecimiento espiritual y de santidad al cual Cristo nos llama constantemente por medio de su ejemplo.
Escuchar al Señor implica no endurecer el corazón, no cerrar nuestra mente, sino por el contrario, tenerlos abiertos y disponibles a su voluntad, convencidos de que su Palabra tiene el poder, la fuerza, la eficacia para transformar nuestra vida; Él sabe lo que más nos conviene y quiere que seamos coherentes con las enseñanzas que nos ha regalado.
Padre misericordioso, en ti ponemos toda nuestra confianza, nuestras vidas, nuestras familias, nuestros proyectos y también nuestras necesidades y dificultades, porque sabemos que sólo tú tienes palabras de vida eterna; haznos dóciles a tu voluntad y envía tu Santo Espíritu para que nos llene de su gracia y podamos dar testimonio sincero de su amor. Amén.